lunes, 4 de diciembre de 2006

C.D.Figueroa 0 - 1 Deportivo Cordoba

Esta vez no pudo ser. Siempre no se puede ganar y hay que aprender también a perder. No valen las excusas, que las hay a montones, que si el arbitro, que si el gol que entró y no lo pitó, que si el penalti en el ultimo momento del partido, que si el juego sucio del contrario, que si.....
Excusas que no van a cambiar el resultado. Hemos perdido y hay que aceptarlo lo único que nos queda es levantar la cabeza y pensar en el próximo partido y aprender, todos, de los errores propios que también los cometimos y fueron muchos.

¡Animo chavales! la verdad que ha sido un duro golpe, pero los verdaderos futbolistas son los que saben reponerse ha este tipo de adversidades.

Nos vemos el martes a las 16:45 en las pistas. ;-)

Aqui os dejo unas lineas sobre Ganar y Perder espero que nos sirvan para la próxima derrota o victoria:

Saber perder con elegancia, felicitar y agradecer al vencedor el tiempo que nos ha dedicado. Esta es una regla de oro, pues en la mesa en el juego se conoce al caballero. No es que por saber perder no se sea competitivo, sino que una derrota no puede hacernos perder nuestro saber estar. La dignidad de la derrota, no la tiene la victoria.
Nada más insufrible que ver a un mal perdedor fuera de si. Una persona que no sabe contenerse es, como mínimo peligrosa, pero lo que es peor, insoportable. Entendemos por mal perdedor no solamente el que dice lo que no debe, sino el que actúa o gesticula poniendo de relieve que no sabe asumir su derrota.
Si no se sabe jugar, sencillamente no se juega, pero nunca se pierde la calma y mucho menos por un juego. No es que uno sea frió como hielo o que no le apasione el juego, es que el gusto por el juego debe superar al gusto por la victoria.
Si nos ganan jugando mejor, pues es de lo que se trata, de contrastar habilidades. Si nos ganan por suerte o por injusticias del árbitro, pues se acepta igualmente, porque cuando se empieza a jugar se aceptan las reglas.
En esta sociedad tan competitiva, no es raro que todos intenten destacar. Está configurado en nuestras mentes que hay que ser los mejores, y vivimos constantemente comparándonos con otros en diversos ámbitos y áreas de nuestro quehacer. Pero no se puede olvidar la importancia de saber perder y aceptar, que en ocasiones, no siempre todo saldrá bien.
Por otra parte, saber ganar también tiene sus reglas. Igualmente insufrible que un mal perdedor es un vencedor presuntuoso. Lo primero que ha de hacer un vencedor es dirigirse a su adversario deportivo y valorar su juego.
Y después de las formas, si de verdad te gusta tu deporte, pues a mejorar, que no hay nada como una buena derrota para aprender de los errores y mejorar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar… decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser felíz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos, aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino
jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es
tener el derecho de llamar a alguien “Amigo”.

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, “el amor es una filosofía de vida”.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas…aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar…ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney

Anónimo dijo...

Es muy buena la cita de Walt Disney y se puede aplicar a cualquier faceta de la vida, es más creo que es una muy buena filosofía de vida. Asi que ya sabeis chavales, ha seguir adelante con ilusión.